viernes, 31 de diciembre de 2010

El ruiseñor cantando en la batalla


Señoras y señores,

Hemos cruzado las fronteras del viento para venir aquí y hablarles del sol y de las flores. Hemos venido a hablarles del trigo y de los pájaros. Habrán deducido ya que hemos venido a hablarles MUY EN SERIO.

Es urgente: Hace cien años que en febrero fue Navidad y no hubo reyes ni regalos. Solo cabras y pastores, almendros en flor, tal vez lluvia fina. Nada más. Pero allí empezó el poeta a ser él, que ya es bastante.

Estamos aquí reunidos porque nació Miguel Hernández, y todos se acuerdan de eso, y nadie se acuerda de él. Explicamos: Fue que nació y amó y murió y después, nada. Escribió y besó y luchó... todo tan solo distintas formas amar.

Es inútil acudir al cementerio, recitar, recordar, echar de menos, SI NO SE TOMAN LAS ARMAS DE LAS PLUMAS PARA CONTINUAR EL TRABAJO INACABADO, si no se grita en las plazas, si los hombres jornaleros no defienden el futuro de los niños que fueron, si no plantan albahacas en las calles de Madrid, para que estallen de aromas cuando las bombas granicen disfraces de promesa.

No lo decimos nosotros, nuestros camaradas de la Unión de Escritores Checos nos lo piden a gritos, nos escriben misivas para recordarnos el sentido de todo esto:

"La poesía humana, comprometida y de solidaridad social de Miguel Hernández, este santo profano y su destino civil y artístico, hablan en un lenguaje claro, también en el mundo de hoy. La incitante y fervorosa voz del poeta habla de amor, verdad, rebeldía, vida y muerte. Hernández nos sigue enriqueciendo y no deja de recordar que, por justicia, TENEMOS QUE LUCHAR COMO LUCHABA ÉL CON SUS HECHOS, luchar en cualquier parte del mundo, al igual que en su época, al lado de los defensores de la República Española, lucharon también muchos voluntarios de Checoslovaquia. ¡EL POETA TIENE QUE SEGUIR HABLANDO A LOS LECTORES CHECOS!”

¡¡¡Camaradas, como veis no estamos solos, nos lo gritan en idiomas que no entendemos, pero que sentimos como nuestros!!!

Desde elpavoarcoiris, os pedimos que leáis y difundáis la obra de Miguel y que prestéis especial atención a su recepción en otras lenguas, pues de esta manera podremos comprender que su mensaje y su actitud no sólo se circunscribe al ámbito de lo español, sino que atraviesa las fronteras a través de las más humanas aspiraciones…Amor, justicia, igualdad, belleza, comunión y un anhelo irrefrenable de un presente y un futuro dignos del ser humano como emplumadas ballonetas con las que luchar contra la fealdad del mundo y sus miserias!!!!

¡¡¡Desde elpavoarcoiris te saludamos y te celebramos Miguel, y allá donde estés, ten claro que no te defraudaremos!!!!

sábado, 13 de marzo de 2010

Damas y Caballeros, antes Ustedes se presenta Moco de Pavo



Volodia estaría hoy rapándose la cabeza una vez más celebrando a elpavoarcoiris. Los grandes nos avalan, a los pequeños… Contra todo, contra todo lo sensato, incluso contra nosotros mismos a veces; ha amanecido, se ha entonado por fin ese acorde secreto que David tocaba para complacer al Señor, y que se oiga, que se contagie esta fe renovada que convertirá a los más escépticos.

Moco de Pavo, el primer libro de este dispositivo polisémico y emancipador que es elpavoarcoiris se ha transustanciado de utopía en praxis rugosa y leopardiana, halleluyah, tenemos un libro, tenemos el libro, porque, como decía Guillaume de Palurd “vendrán otros pero éste es y será el primero”.

Hijos de la felicidad, formamos en torno nuestro un coro encantador, una charanga loca y alucinada que por fin celebra la más sincera de las epifanías, el advenimiento de la más libre de las literatura. Moco de Pavo, el libro-milagro ya está aquí, presto para enamorarnos a todos, presto para hacer bailar a las niñas torpes, a los tullidos utópicos, a los que sin escrúpulos, escupen al crepúsculo, a las rosas aparentemente tristes. Somos pavo, somos canción, somos sueños y realidad revelada.

Tenemos el libro, tenéis la utopía en vuestras manos… ¡no la malgastéis!

À partir de maintenant je chante !!!!

martes, 24 de noviembre de 2009

¿Por qué el humano nace poeta? Los niños lo testifican

El origen de la poesía se pierde en el insondable abismo de los tiempos”. Con esta frase se encontraba recientemente uno de nuestros investigadores del buró de losaltosestudiospavistas en una de sus rutinarias excavaciones en pos de lo maravilloso emplumado. La frase en cuestión está extraída de un texto que Benjamin Péret escribió con la intención de prologar una antología de cuentos de la América precolombina.


Si reseñamos este escrito es precisamente porque, al continuar leyendo, nos encontramos para nuestro arrobamiento, frente a una inquietante evidencia: Basta con permanecer atento para descubrir inmediatamente indicios en cualquier lectura de que las verdades pavistas transcienden a nuestra temporalidad para convertirse en un continum de certezas que florecen salvajes entre lo más puro de nuestro subconsciente poético. Bien.


El lenguaje ha sido otorgado al humano para que haga de él un uso pavista, algo que bien sabía Benjamin Péret pues, retomando su texto, nos encontramos con la siguiente afirmación, que confirma la precedente: “el humano de los tiempos remotos solamente sabe pensar de manera poética”. Podemos, sin demasiado esfuerzo cognitivo, identificar a ese humano primitivo que recién descubre el lenguaje del que nos habla Péret, con el niño que se acerca por primera vez a las palabras. El uso de la lengua por parte de ambos es puro, es original, es intuitivo y libre de todos los prejuicios y encorsetamientos mediante los que la pedagogía más rancia nos trata de imponer, a través de formas de hablar, formas de pensar.


Juzgue Usted mismo, bRossARRR, si lo que a continuación se dispone a leer no se trata acaso de una pluma más avalando y coloreando las tesis pavistas:



Armaduras chispeantes, montando en el vestíbulo una guardia de picos eternamente nevados, me saludan con el puño erguido, donde los dedos se mueven en un flujo continuo de pájaros –a menos que sean estrellas fugaces acoplándose para obtener de la mezcla de sus colores primarios los matices delicados del plumaje del colibrí y de las aves del paraíso-. Aunque, en apariencia esté solo, una muchedumbre que me obedece ciegamente me rodea. Son seres menos nítidos que una mota de polvo al trasluz. Sobre su cabeza de raíz, sus ojos se desplazan con mala luz en todos los sentidos, y sus doce alas, provistas de pezuñas, le permiten actuar con la velocidad del rayo que deja su estela. Sobre mi mano, se comen los ojos de las plumas del pavo real, y si los aprieto entre el pulgar y el índice, modelo un cigarrillo que entre los pies de una armadura, toma rápidamente la forma de la primera alcachofa. Sin embargo lo maravilloso está en todas partes…”.

martes, 17 de noviembre de 2009

Pava Popova: El pavismo en el País de los Soviets

Acudían a los cafés con trajes de aviador, se pintaban en la cara los unos a los otros perritos que meneaban la cola, avanzaban lentamente por la Avenida Minsk con cucharas de palo en la mano, sin dejar de soñar por ello con grandes lagos que calentados por centrales térmicas se convertirían en sopas con las que paliar en épocas de escasez el hambre de los pueblos hambrientos. Eran ellos y eran ellas ancestros pavistas, los primeros tal vez del siglo XX, que con la cabeza rapada llenaban de pinceles y mandarinas las tardes breves de una Rusia que aspiraba a convertirse en el epicentro del futuro.



El pasado 14 de noviembre una delegación pavista, acudió al encuentro con la Historia. El Museo Reina Sofía se llenó otra vez de republicanos para celebrar la exposición que hasta el 11 de enero nos recuerda que hubo un tiempo en el que el triunfo del Héroe colectivo parecía posible, un tiempo en el que lo importante era construir, un tiempo que renegaba del pasado y que pretendía ante todo abolir las barreras entre el arte y la vida como primera conquista de una sociedad recién nacida.



Rodchenko y Popova, Maiakovski y Estepanova (que nunca renunció del todo a su caballete) y por encima de todos ellos el siempre olvidado Aleksander Vesnin… qué son sino para nosotros luces hermanas, trinos esperanzados, tortugas escorpiones, ranas tomate o pájaros roqueros playeros, en definitiva gentes como usted y como nosotros hambrientos de un juicio nuevo que, cómo no, debía venir acompañado de una lírica nueva, una lírica pura.


Una sociedad que volvía a nacer debía tener obligatoriamente al niño como objeto de culto, como Ser no corrupto por estériles transcendencias, capaz de volver a creer y sobre todo capaz de volver a crear. Ante semejante analogía, suponemos que inmediatamente les surge la duda ¿Es el constructivismo la pluma angular del ideario pavista?


Ya en la primera sala de la exposición nos damos conmovedoramente cuenta de que es inútil tratar de resistirse a la confirmación que se manifiesta ante nosotros con amorosa violencia. La voluntad determinada de los constructivistas de derribar una sociedad feudal, pretendidamente adulta, justificada por las luces de la ilustración, cobra especial protagonismo en los tiempos en los que nos toca vivir. Durante los primeros años del Siglo XX, la furia y la libertad creadora se convirtieron en “raison d’etre colective”. Los poetas se sindicaban, ofrecían recitales en las minas de Siberia, y no podemos decir que nos sorprenda que uno de los objetivos prioritarios de la Revolución era el de enseñar a leer a todos los ciudadanos del Nuevo Mundo que también colectivamente se comenzaba a construir.


Tal vez la reflexión sobre todo lo dicho nos conduce al convencimiento de que efectivamente no solo es el constructivismo la pluma angular del ideario pavista sino que además el pavismo mantiene activo en la actualidad el programa constructivista, lo corrige y lo ensancha en sus reivindicaciones más elementales, en este vodevil postmoderno en el que se ha convertido la cultura y la educación, esbirro despiadado de la primera.


Cada trazo de todo legajo expuesto estos días en Madrid nos subleva, nos anima y nos convence de que estamos en lo cierto, la búsqueda de nuevos lenguajes pasa irremediablemente por el niño, y esto lo sabían de sobra aquellos que durante un tiempo habitaron un mundo acabado de nacer.


¡Qué ningún niño se quede sin ver esta exposición!

martes, 3 de noviembre de 2009

Vicente

En unos días se cumplirán 25 años del fallecimiento de Vicente Aleixandre, poeta y pavo que como pocos dotó al alfabeto de trinos y truenos, de plumas nuevas jamás intuidas antes en castellano y de una fe inquebrantable en las odiseas poéticas más inmediatas.


Sus glugluteos son referencia constante a parvularios paraísos perdidos, evocadores himnos a la patria de la infancia, motivo por el que desde este parnasillo nos hacemos hoy eco de su voz, clara y aflautada como ninguna. Transcribimos su poema, niñez, en el que misteriosamente un gayo termina hablando como pavo.


NIÑEZ
Giro redondo, gayo,
vertiginoso, suelto,
sobre la arena. Excusas
entre los tiernos fresnos.
Sombras. La piel desierta.
Ojos sin mar risueños.
Verdes sobre la risa.
Frente a la noche, negros.
Iris de voluntades.
Palpitación. Bosquejo.
Por entre las lomas falsas
una verdad y un sueño.
Fuga por galería,
sin esperar. Diverso
todo el paisaje. Sumo,
claro techado, el cielo.


Además, a través del siguiente vínculo podéis ver el documental emitido recientemente a través de La 2 de TVE.

martes, 20 de octubre de 2009

EL ETERNO RETORNO DEL SUBCONSCIENTE PAVISTA

Decía Nietzsche, y decía bien, que todo vuelve, que todo, absolutamente todo, participa del eterno retorno que nutre y regenera la vida con el advenimiento sorpresivo de lo mismo. El tiempo, lejos de ser concebido como una sucesión de hechos y situaciones, se manifiesta en una totalidad cíclica donde el hombre, la vida, la naturaleza y los acontecimientos se reencuentran siempre desde la jovialidad y la sorpresa. Así, la idea del eterno retorno nos invita a una superación del nihilismo, algo tan de moda en nuestros días, para acercarnos a la inocencia del ser y desde ella, reinterpretar la vida, despojarla de sus miedos y vivirla gozosamente…Es desde esta perspectiva, y después de una prolongada convalecencia entre sombras decididamente antipavistas, y en consecuencia antipoéticas, desde la que elpavoarcoiris regresa este otoño; presto ya para dejarse sorprender y entregarse a la imaginación y a la verdad de las palabras que son imagen de la vida, de la vida pavistamente hablando, es decir, las palabras de los niños; sin duda para nosotros los más grandes poetas!!!

El fenómeno pavista sólo cobra fuerza si se confía en la verdad revelada por los niños, en su pureza y en su insobornable vocación transgresora. Esto nunca ha sido del todo profundizado ni mucho menos reivindicado por las instituciones competentes ni por la pedagogía más clásica. Es hora ya de tomarse en serio lo que los niños pueden hacer con las palabras. La poesía es una arma cargada de futuro, cierto, pero desde elpavoarcoiris reivindicamos que ese futuro se haga presen te ya, y en verdad ya se está haciendo. El primer certamen de literatura elpavoarcoiris , con más de trescientas obras presentadas por niños de entre siete y catorce años nos ha revelado a todos el enorme caudal creativo que nos estamos perdiendo por culpa de malos hábitos pedagógicos y por culpa también de una pereza nouménica que se hace fuerte en las entrañas mismas del sistema educativo.

¡¡¡Desde elpavoarcoiris hacemos un llamamiento masivo a amigos, camaradas, colaboradores, personal docente, instituciones y por su puesto a todo joven que se sienta creador a que se unan a la algarabía pavista y compartan con sus contactos la necesidad de atender a aventuras como esta!!!

Solo así el triunfo del subconsciente pavista se verá realizado en forma de magnífica obra colectiva, catalizador de todo magnetismo creativo, fertilizando los oscuros valles de la desmemoria y otorgando al mundo, a la vida, al presente y al futuro una dignidad hasta la fecha apenas intuida.

¡¡¡Amigos, amigas, todos aquellos que recibáis noticias de elpavoarcoiris, animaros a escribirnos, a realizar comentarios y a aportar vuestra particular ilusión colectiva…elpavoarcoiris ha vuelto, y eso siempre será bueno para todos!!!

¡¡¡Os mandamos a todos y desde ya un enorme abrazo emplumado!!!!

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Páginas pavistas

“Dibuja, el niño, escribe, hace sus primeras letras, sus primeras figuras, y es como cuando el hombre primitivo comenzó a miniar la roca de la caverna. Su caligrafía salvaje (en todo niño hay un salvaje perdido) y sus dibujos tienen el temblor de una primera delineación del mundo.


[...]


Ceramista el niño, artesano anónimo, pertenece al gran gremio de la infancia y nada más. Tiene el estilo párvulo, que es el más puro de los estilos, y de ninguna manera es un naif, como Rousseau no lo era ni pensó nunca serlo. Todo niño, sí, es un salvaje que echa de menos su tribu, que se ha perdido en la jungla de los adultos. Y esas señales que va dejando mi hijo en el papel, en la pizarra, ese rastro de líneas, números y letras, más que un mimetismo de la cultura adulta, es una recreación del mundo desde sus supuestos salvajes, un primer afán de interpretación y entendimiento. El cuatro que dibuja mi hijo no es un cuatro, sino la afirmación de una óptica, una fe de vida. Porque precisamente por moverse en el reino del anonimato, de lo primitivo y comunitario, el niño no hace signos por los signos, sino que los hace por sí mismo, se afirma, se reclama en cada número, en cada letra.


[…]


El adulto hace un cuatro cuando tiene que contar cuatro. El niño, en su cuatro, pone el alma y la vida. Se lo juega todo en cada cuatro, como el hombre primitivo en cada ciervo. [...] El cuatro, para el niño, no puede ser un valor abstracto. Para el niño no existe lo abstracto (ni para el hombre: lo abstracto es una ilusión filosófica de la que ya estamos cayendo). El cuatro para el niño, es una silla o una escalera, no sólo por juego y plasticidad, sino por la sencilla razón de que las sillas y las escaleras existen, mientras que los cuatros no existen.


[…]

El niño y los colores. El otro día se sentó a pintar, con un papel sujeto a una pizarra, y estuve mirando la naturalidad, la frescura, la novedad con que el niño obtiene los colores. No hay inhibiciones para el artista infantil. Pinta y ya está. ‘Si el sol dudase un momento se apagaría’, escribió Blake. Los niños son pequeños soles porque no dudan un momento. Mi hijo se pone ante el papel ignorando que hay siglos de pintura detrás de él. No experimenta el peso inhibidor de la cultura. Acaba de inventar ese ademán, ese gesto, esa manera de pintar. Acaba de inventar la pintura.

Es asombrosa su serenidad, su falta de dubitación, su saber lo que quiere. Pinta, colorea, dibuja, moja el pincel aquí y allá, lo mueve sobre el papel con ligereza y libertad. No importa lo que hace ni si lo hace bien o mal. Importa esa maravillosa libertad del niño, la ligereza mental que le permite apoderarse del mundo sin esfuerzo. Así hay que crear. Sólo haciéndose como uno de esos pequeñuelos se entra en el reino de la creación artística. Se ha dicho esto muchas veces, pero es maravilloso comprobarlo, vivirlo. El niño pinta como hace música o cuenta, sin prisa y sin pausa (el niño sí que no tiene prisas ni pausas, sino un ritmo natural). Los colores, que son colores industriales de droguería, falsos, le quedan brillantes, vivos, auténticos, valientes, encendidos. El niño es la creación sin angustia. Sólo él crea, dibuja, pinta, sin la angustia del creador, y esto es lo que nos fascina en las obras de los niños, por encima de su consabida gracia: la ausencia de angustia.”


Mortal y rosa, 1975

Francisco Umbral